LA VERDAD SOBRE EL REENCAUCHE
Si se le están acabando las llantas a su automotor, el reencauche es una buena opción para salir del apuro. A pesar de las viejas creencias que suponían que una llanta reencauchada era de menor calidad y duración que una nueva, este mercado crece a diario en Colombia.
A la par de la demanda, las principales firmas reencauchadoras del país modernizaron sus instalaciones y equipos. Esta situación les permite ofrecer a los consumidores productos de alta especificación y calidad, elaborados con tecnología de punta.
El proceso final garantiza óptima calidad, cuya duración iguala a la de las llantas nuevas.
El reencauche se basa en la selección e inspección de una llanta usada, a la que se le coloca una nueva banda de rodamiento mediante técnicas de calor y presión.
Esta renovación se debe realizar sobre carcasas en buen estado, es decir, que tengan desgaste uniforme, de manera que se tenga un remanente mínimo de caucho de dos milímetros en el labrado, que en los costados no existan abolladuras y que el aro interno no presente desgarres.
Si la llanta cumple estas condiciones, en la planta se le retira el caucho de la banda de rodamiento y se pule.
Después de cementarla y colocarle la nueva banda, se somete al proceso de vulcanización con temperatura y presión especificados.
Luego, se revisa interna y externamente con el fin de verificar que cumpla con las condiciones y normas técnicas de calidad para cumplir el servicio.
Al igual que las llantas nuevas, las reencauchadas tienen garantía por fallas en el proceso, incluyendo la banda de rodamiento.
Por qué reencaucharlas Las llantas se reencauchan generalmente por la economía que representa para el consumidor, ya que el precio está 44 por ciento por debajo de valor de una nueva.
De hecho, el costo por kilómetro promedio de una llanta nueva es muy superior al de una reencauchada.
A pesar de ser el costo el principal argumento esgrimido para la utilización de las reencauchadas, existen motivos ecológicos (como el reciclaje y el hecho de requerir un 75 por ciento menos de petróleo en su producción), que hacen perentorio su uso.
Frío o caliente? Existen dos tipos de reencauche: el frío, o precurado, y el caliente, o moldeado.
La diferencia entre ambos radica principalmente en el proceso técnico, ya que el producto final es igualmente bueno.
Mientras en el precurado la banda que se aplica ya tiene incorporado el diseño o labrado, en el moldeado, el diseño se obtiene después de la aplicación de la banda, mediante un molde que forma el grabado.
En ambos casos el proceso involucra determinadas condiciones de temperatura, tiempo y presión.
No obstante los resultados finales, la tendencia mundial es hacia el precurado, pues se obtiene mayor flexibilidad y menor costo en equipos, al adaptar bandas ya listas a las carcasas.
La duración debe ser igual al de una llanta nueva, si el producto ha sido elaborado con compuestos de primera calidad y con procesos ajustados a las normas técnicas.
Si la planta que realiza el proceso queda en la misma ciudad del cliente, el servicio demora cinco días hábiles; diez, si es en otra ciudad.
Aplicaciones y mercado Todo tipo de llanta es susceptible de ser reencauchada, siempre y cuando cumpla con las condiciones anteriormente mencionadas.
El Colombia, esta industria registra ventas anuales estimadas en 550.000 unidades, de las que el 40 por ciento pertenecen al segmento de camión, bus y buseta.
Pero así como en el país de cada 100 llantas de camión nuevas 33 son reencauchadas, en otros países, como Estados Unidos, la relación es de 128 por cada 100 nuevas. En Latinoamérica, la relación es de 100 a 100.
Cuando vaya a optar por el reencauche, consulte con expertos.
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